Queridos Hermanos:
Si invertimos esfuerzo, dinero y tiempo en los negocios, amistades o
entretenimientos, por qué no hacer lo mismo con lo más valioso que
tenemos: La Familia?
Nuestro egoísmo a veces es tan grande que nos impide salvar la familia.
No hay éxito fuera del hogar que pueda compensar nuestro fracaso familiar.
Restaurar es llevar al estado original una cosa que ha sido destruida
o deteriorada.
La familia ha sido golpeada año tras año por la ignorancia, el
descuido, la sociedad moderna o las personas.
Dios creó la familia para derramar su gloria a través de ella. La
primera pareja, Adán y Eva ignoraron los requerimientos divinos para
Multiplicar, Llenar, Fructificar, Gobernar y Dominar
y en su desobediencia emprendieron un camino de dolor y tristeza que
aún se percibe hoy en la familia.
Los principios de Vida enseñados por Jesús , nuestro Maestro y Señor
tienen la finalidad de restaurar al individuo y a la familia.
Que Dios les bendiga Hoy y Siempre, son los deseos de quienes les aman.
Fco. Javier Silva y Rossana Rendic
MINISTERIO DE MATRIMONIOS Y FAMILIA
IGLESIA CRISTIANA DE LA SERENA
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